Se complican las cosas para el Ciudad de Móstoles FS que cae por quinta vez consecutiva en liga y lo hace en Villafontana, ante un rival directo por el descenso el O Parrulo Ferrol FS que le devuelve el rosco de puntos que los chicos de Santa cosecharon en la ida en un soberbio partido muy lejos de la imagen ofrecida en la tarde de ayer.

El encuentro no comenzó mal, ya que tras unos primeros minutos de tanteo entre los dos equipos Asensio ponía por delante a los locales con un gol de casta, entrando en el área rival a por todas y empujando el balón al fondo de la red defendida por Gozi. Y no decimos que fue un gol de casta por nada, sino porque a los pocos minutos fue Guille quien hizo lo mismo, entrando y rematando el 2-0 que ponía el éxtasis en la grada.

Se la veían muy felices los aficionados locales, que creían en la victoria y en tres puntos fundamentales, pero todo fue un espejismo. Un competitivo Parrulo, no dejo de creer y trabajar en sus ideas y poco a poco fue destapando los males de un rival que comenzaba a verse superado. Dos tantos seguidos del cuadro gallego ponían el empate en el marcador al descanso, el primero obra de Pedro Yrigoyen a dos minutos para el final y el segundo a 41 segundos del descanso obra de Hélder, dejaban a Villafontana muda y con los fantasmas volviendo a llamar a la puerta.

Pero si alguien confía en las remontadas ese es el público del feudo mostoleño que sabe que su equipo en la segunda parte suele dar el «do de pecho» y saca fuerzas y casta de debajo de las piedras. Pero nuevamente se equivocaban, la segunda parte fue una debacle, sin encontrar el juego tan característico que identifica al Club, sin conservar el balón, con un bajón físico evidente y con muy poca suerte de cara a portería, porque ocasiones tuvieron para marcar más goles pero una y otra vez dieron con Gozi bajo palos.

Los que no fallaron fueron los ferrolanos que marcaron el 2-3, obra de Adri, aprovechando la superioridad en pista ocasionada por la expulsión por doble amarilla de Guille, agravada por la roja directa que recibió Santa por protestar la segunda amarilla del capitán, muy discutida también por el público que opinaba que una falta anterior del propio capitán ferrolano no fue ni siquiera señalada y recordaban que tampoco se pito la sexta falta en la primera parte.

Protestas más de impotencia que de justicia, ya que sin ser un arbitraje perfecto, no fue nada determinante en el resultado final que cerro a nueve minutos de la bocina Domingos Xavier con el 2-4, ya que el juego de cinco local no hizo su efecto.

Ahora vienen dos complicadas salidas, aunque ya nada parece fácil para el Ciudad de Móstoles FS, el miércoles partido en Mengíbar de la jornada 22 aplazado por en su día por COVID-19 y que será vital para no hundirse aún más en la tabla ante un rival igual de herido y en zona de peligro que nosotros, para cerrar la semana en Leganés ante un rival que hace dos meses estaba diez puntos por debajo del Móstoles y ahora le saca tres, en una clara mejoría tras el cambio de banquillo y que seguro estará con ganas de hacer más daño en la herida abierta mostoleña.